La tecnología forma parte de la vida diaria de niños y adolescentes, pero no siempre tienen las herramientas necesarias para hacer un uso crítico, creativo y seguro de ella. Conectar a los jóvenes y nuevas tecnologías desde edades tempranas es clave para su desarrollo como ciudadanos digitales activos.
Una vía efectiva y estimulante para lograrlo es a través de actividades extraescolares tecnológicas, como los casales de verano. Estos espacios, cada vez más presentes en el territorio, combinan ocio y aprendizaje, y apuestan por una educación inclusiva y conectada con los retos del presente.
Casales de verano tecnológicos: una puerta a la digitalización
Los casales de verano han evolucionado mucho más allá del tiempo libre. Hoy representan una oportunidad para que los jóvenes desarrollen competencias digitales de forma lúdica y aplicada. Programación básica, pensamiento computacional, ciudadanía digital, creación de contenidos o ciberseguridad son solo algunos ejemplos.
El proyecto CodiCrack, impulsado por la Generalitat de Catalunya y la UPC, es una referencia en este ámbito. A través de talleres gratuitos en todo el territorio, los participantes resuelven retos y misiones tecnológicas con una metodología gamificada. Así, trabajan competencias como la alfabetización digital, el uso seguro de Internet, la inteligencia emocional digital o la creatividad.
“Aprender con motivación y desde la práctica favorece un vínculo positivo con la tecnología.”
Actividades extraescolares que impulsan la educación continua
La educación continua no empieza en la edad adulta, sino desde la infancia. Por eso, es importante ofrecer a niños y adolescentes experiencias que refuercen su autonomía digital y su capacidad para desenvolverse en un entorno tecnológico cambiante.
Las actividades extraescolares tecnológicas tienen un gran potencial: permiten explorar intereses propios, descubrir nuevas vocaciones y adquirir habilidades útiles para su futuro personal y profesional. Además, favorecen la creatividad, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo.
Educación inclusiva: cerrar la brecha digital
El acceso a la tecnología y a una formación adecuada no está garantizado para todos los jóvenes. Muchos no disponen de equipos, conexión o acompañamiento adecuado en casa. Por eso, proyectos como CodiCrack destacan por su apuesta por la educación inclusiva: todos los talleres son gratuitos y abiertos, con prioridad para entornos más vulnerables.
Así, los casales de verano tecnológicos se convierten en espacios de oportunidad. Además de ofrecer una experiencia educativa enriquecedora, reducen la brecha digital y garantizan el acceso equitativo a la formación TIC.
“Educar en tecnología no es solo enseñar a usar herramientas, sino empoderar para comprender, crear y transformar.”
Jóvenes y nuevas tecnologías: formación desde la infancia
Hablamos a menudo de formación a lo largo de la vida, pero pocas veces pensamos que este camino puede y debe iniciarse desde la infancia. Promover competencias digitales desde pequeños ayuda a construir una ciudadanía más crítica, autónoma y preparada para un futuro en constante evolución.
La clave está en ofrecer experiencias educativas relevantes, dinámicas e inclusivas. Y ahí es donde los casales de verano, las actividades extraescolares y los programas como CodiCrack marcan la diferencia.
Más información
¿Quieres conocer más sobre este tipo de propuestas?